ALAN PAULS
TEMAS LENTOS

LITERATURA RANDOM HOUSE

«En la aparente variedad taxonómica de Temas lentos hay una insistencia, una idea fija que parasita el libro entero: la relación entre literatura y experiencia, entre hechos y obra artística, anécdota ejemplar y texto, a condición de que se dinamite la conjunción copulativa en nombre de lo que Pauls bautiza como literatura expandida.» María Moreno, Radar Como esas embriagantes versiones en español de las baladas románticas premiadas en San Remo o Viña, estos Temas lentos, elegantes y sensuales, captan con la crítica, el diario íntimo o la viñeta satírica las modulaciones de las vanguardias(Duchamp y Warhol, ¡claro!, pero también Aira y Bolaño, Brecht y Beckett) aplicadas a cuestiones pedestres: la orfandad, el inverosímil costumbrista de una Alemania costera, la impotencia de no encanecer con la llamarada nívea de Jarmusch o el desguace procaz de las palabras «albergue» y «alojamiento» con que se disfraza a los hoteles de citasDel mismo modo que con la ortodoxia arquitectónica de un encuentro sexual, Pauls halla en el lenguaje siempre una pista, una huella, un hueco para compartir con sus lectores el éxtasis del voyeur.

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«En la aparente variedad taxonómica de Temas lentos hay una insistencia, una idea fija que parasita el libro entero: la relación entre literatura y experiencia, entre hechos y obra artística, anécdota ejemplar y texto, a condición de que se dinamite la conjunción copulativa en nombre de lo que Pauls bautiza como literatura expandida.» María Moreno, Radar Como esas embriagantes versiones en español de las baladas románticas premiadas en San Remo o Viña, estos Temas lentos, elegantes y sensuales, captan con la crítica, el diario íntimo o la viñeta satírica las modulaciones de las vanguardias(Duchamp y Warhol, ¡claro!, pero también Aira y Bolaño, Brecht y Beckett) aplicadas a cuestiones pedestres: la orfandad, el inverosímil costumbrista de una Alemania costera, la impotencia de no encanecer con la llamarada nívea de Jarmusch o el desguace procaz de las palabras «albergue» y «alojamiento» con que se disfraza a los hoteles de citasDel mismo modo que con la ortodoxia arquitectónica de un encuentro sexual, Pauls halla en el lenguaje siempre una pista, una huella, un hueco para compartir con sus lectores el éxtasis del voyeur.